Sobre la novela  Sueños de frontera Claudia Marcucetti publicó en su columna: "Como suele suceder con la literatura que más me gusta,  este libro me dio la oportunidad de entrar a un mundo que me es cercano, pero cuyas facetas más dramáticas no conocía: el de la inmigración. Si bien soy inmigrante y conozco el sentimiento de estar lejos de lo tuyo, desconocía el detalle, pero sobre todo la tristeza, de lo que significa emigrar ilegalmente y a un país donde su gente no te acoge (como hicieron los mexicanos conmigo) sino que te rechaza y aún así es mitificado en la fantasía de quien necesita un anhelo. Cito al autor: “La tristeza de cruzar como ladrón casi nadie la comprende. Todos dicen comprender al indocumentado. Mentira. Sólo entiende aquel que ha cargado con el mismo equipaje, aquel que tiene el mismo cerrojo. Pero el indocumentado no necesita de la comprensión y compasión de los demás sino la llave para abrir la pinche puerta de la frontera.”

Pero aunque esta novela hace un retrato conmovedor de lo que implica ser indocumentado, va más allá de narrar las vicisitudes de dejar atrás una vida, organizarse otra al otro lado del río, muchas veces ni siquiera voluntariamente sino porque el indocumentado no tiene otra alternativa, y todo para que un día su vida tal vez sea borrada, o de menos amenazada, con la deportación.

En Sueños de frontera hay dos historias que se cruzan: la de alguien que quiere, más bien necesita, ir a los Estados Unidos porque su madre está muriéndose. Y la de ese mismo alguien que en otro momento de su vida, cuando incluso tenía un nombre distinto, sin saberlo hace todo por irse de los Estados Unidos, de una vida que no ha escogido, y por encontrar, no a sí mismo, si no el “yo”, de los tantos que nos componen, que más le agrada.

En este ir y venir interviene el pasado; es decir lo que esta persona ha sido, cómo llegó a donde está, cuál el peso de sus recuerdos. Y también interviene el deseo: es decir dónde quisiera esta persona estar, con quién y haciendo qué. Y es aquí donde estos SUEÑOS van más allá del tema de la inmigración y de las implicaciones que ésta conlleva. Se vuelve un espejo de cada uno de nosotros, hasta de quienes nunca hemos cruzado la frontera de mojados. Un espejo que refleja nuestros tantos yos y nos atrapa, nos sacude y eventualmente nos revelará algo de nosotros mismos. ¡No se la pierda!"



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